La ecología poblacional de Malthus

Publicación: Malthusianismo la lucha por la existencia como medio de control de la población

Malthus introdujo el concepto de que la demanda de recursos naturales requeridos por una población que aumenta en determinado momento tiene que exceder el suministro; por ejemplo, si una población crece de manera exponencial, esto resulta en un incremento en la competencia por los medios de subsistencia, alimentos, refugios, etc. Este concepto ha sido denominado la "Lucha por la Existencia".
Según Malthus, la superficie terrestre limita inexorablemente la producción alimenticia, y los límites de ésta determinan sin piedad el número de hombres que el mundo puede contener. Este tema de la tierra va a conducir a la temática contemporánea de la ecología. Tema este que tiene raíces históricas notables. Centrada sobre la expansión, incluso la agresión, el imperialismo británico se traduce en políticas de conquistas territoriales y de explotación de recursos naturales. Por su parte, los Estados Unidos no esperan el fin de la Guerra de Secesión para poner en práctica la doctrina mesiánica del Destino manifiesto. La anexión de Florida, Texas, California, las guerras de Cuba y Filipinas, la separación de Panamá y Colombia, etc. permiten comprender la importancia de las "zonas de influencia", de las "fronteras" movibles, "cotos de caza reservados" - y de lo que las geopolíticos alemanes pronto llamarán el "espacio vital".
La ecología poblacional gusta de considerar a la ley de Malthus como uno de sus pilares principales. Según esta ley cuando las tasas de natalidad o mortalidad son constantes, una población crecerá (o decaerá) a una proporción exponencial.
Así, la Ley de Malthusian describe cómo las poblaciones crecen o se reducen cuando nada más sucede. "Describe la situación predefinida para las poblaciones - cómo se comportan en ausencia de cualquier factor que las perturbe (Ginzburg y Colyvan, 2004)".
Ginzburg (1986) señaló que la Ley de Malthusian desempeña un papel en la ecología similar al de la Primera Ley de Newton en la física. Antes de Galileo y Newton, Aristóteles afirmó que el estado predefinido de todos los objetos era el reposo, y que el movimiento sólo ocurría cuando se aplicaba fuerza a un objeto. Sir Isaac Newton, sin embargo, demostró lo contrario: que el movimiento uniforme era el estado predefinido y que el movimiento no uniforme y el reposo normalmente ocurrían sólo cuando se aplicaba fuerza a un objeto. Su primera ley incorpora el concepto de inercia que es "la tendencia de un cuerpo a resistirse al cambio de su velocidad (Bordillos, 2001b)".
Al igual que la Primera Ley de Newton, la Ley de Malthusian señala que el estado predefinido de una población no es el reposo (es decir una población constante), sino el movimiento (es decir el crecimiento o declive exponencial); y que cuando las poblaciones no crecen o disminuyen exponencialmente es porque una fuerza externa (es decir algo en el ambiente) está alterando las tasas de natalidad y/o mortalidad (Ginzburg, 1986, Ginzburg y Colyvan, 2004). Esta fuerza externa (del medio ambiente) puede ser un factor abiótico o un factor biótico, tal como "el grado de aglomeración inter-específico y las densidades de todas las demás especies en la comunidad que podrían interactuar con la especies focal (Turchin, 2003). "
Volviendo a la época de Malthus, resulta que la posición del reverendo no era la del conjunto de la burguesía. Los representantes del capitalismo en ascenso, conscientes de la dinámica expansiva del sistema, de la tendencia permanente a aumentar la producción de todo, se convencieron muy pronto de la impertinencia de las tesis de Malthus. Para el siglo XIX (y aquí incluimos no sólo a los pensadores burgueses sino también a los pensadores revolucionarios como Marx y Engels), el desarrollo de la técnica permitiría al ser humano, a largo plazo, un dominio total de la naturaleza. En cierto sentido no se equivocaban, en esa época no se veían límites objetivos que la naturaleza pudiera poner y existían muchos recursos energéticos que todavía no se utilizaban más que marginalmente. Inclusive, hoy día, ciertos representantes de la burguesía, en particular la tendencia ultraliberal ilustrada por el semanario inglés The Economist, mantienen esa posición, lo que se refleja en las dos referencias a esa revista citadas en el artículo de Bennetti.
Sin embargo, la sola existencia, sobre todo en los países imperialistas, de movimientos ecologistas que cuestionan la destrucción del medio ambiente producido por el desarrollo desmedido, por la industrialización y hasta por la extensión de las tierras de cultivo, plantea la necesidad de estudiar estos problemas. Se trata de peligros reales o tan sólo de un planteo nostálgico de volver a otros tiempos en los cuales se vivía "en armonía con la naturaleza", más precisamente, volver al paraíso terrenal?
La tecnología del control de la natalidad que se inició apenas en 1960 con la síntesis de la progesterona dio inicio al proceso de regular el índice de natalidad; lo cual representa la posibilidad de cambiar el curso natural, para poder llegar a tener la cantidad de habitantes adecuada de acuerdo al ecosistema. Además nos abre las puertas para a pensar y actuar con las herramientas de la ecología. Antes del control natal se tenía la idea de que la pobreza se debía a una mala distribución de la riqueza o a un injusto reparto de las ganancias de las empresas, en donde el patrón se apropiaba de la plusvalía; o al mal sistema de gobierno. Ahora con el control natal podemos observar que la pobreza es un fenómeno ecológico debido a un acelerado crecimiento poblacional que devalúa el precio de la mano de obra.

El control de la natalidad fue la propuesta de T. R. Malthus como principal solución al problema de la pobreza. En sus tiempos de 1800, no era posible lograrlo de ninguna manera más que la abstención voluntaria de las relaciones sexuales. En el capítulo de la ecología de las poblaciones del libro de Sutton, podemos observar los factores de competencia que se suscitan cuando la población ha abarcado las posibilidades alimenticias del hábitat; éstos son comparables al drama que los humanos padecemos.
El control de la natalidad mostró la evidencia de que el fenómeno de la pobreza es ecológico y no moral; esto nos ha abierto la puerta a una metodología para observar los fenómenos sociales con las herramientas de la ciencia de la ecología. La introducción de la ecología en la sociología brinda una perspectiva novedosa, que contempla las ventajas de aplicar el control de la natalidad y muestra la importancia de diseñar el hábitat donde han de habitar los humanos para la salud y desarrollo de los individuos en la sociedad.
Es fundamental el estudio de la ecología de las poblaciones para conocer las herramientas metodológicas y los factores que se consideran. El mundo de los seres humanos está amenazado por la explosión demográfica; esto es debido a que el control de las enfermedades fue introducido décadas antes que la tecnología del control de la natalidad, lo cual frenó la mortalidad y disparó el crecimiento poblacional. El control de la mortalidad como lo llama, Aldox Huxley en su libro “Retorno al mundo feliz” nos dice:

“El control de la mortalidad es una tecnología barata comparada con el precio de la introducción del control de la natalidad. Regular los fallecimientos es algo que puede ser procurado a todo un pueblo por unos cuantos técnicos a sueldo por un gobierno benévolo. Regular los nacimientos depende, en cambio, de la cooperación de todo un pueblo entero. Esta regulación debe ser practicada por incontables individuos, a los que se reclama más inteligencia y poder de voluntad de los que poseen la mayoría de los prolíficos analfabetos del mundo, y un gasto de cantidades superiores a las que la mayoría de esos millones pueden destinar a tal fin.
En el mundo contemporáneo real, el problema de la población no ha sido solucionado. Por el contrario, se está agravando y haciendo más formidable con cada año que pasa. Es con este sombrío telón de fondo biológico como se está representando todos los dramas políticos, económicos, culturales, y psicológicos de nuestro tiempo. A medida que avanza el siglo XX y que los nuevos miles de millones de seres humanos se añaden a los existentes, este telón de fondo biológico avanzará, cada vez más insistente, cada vez más amenazador, hacia el frente y centro del escenario histórico. El problema de una población en rápido crecimiento en relación con los recursos naturales, la estabilidad social y el bienestar de los individuos es actualmente el problema central de la humanidad. Seguirá siendo el problema central del próximo siglo y tal vez por varios siglos más.
A medida que poblaciones grandes y crecientes presiona más duramente en los recursos disponibles, la posición económica de la sociedad sometida a esta prueba se hace más precaria. Esto reza especialmente para esas regiones atrasadas donde una repentina declinación, motivada por la penicilina, el agua limpia y el DDT,( redujeron) el índice de mortalidad (el cual) no ha sido acompañado por el correspondiente descenso en el índice de natalidad.
¿Cómo está haciendo frente la humanidad al problema de sus cifras de rápido aumento? No con mucha fortuna. Tenemos dos alternativas: por un lado, el hambre, la peste y la guerra; por otro, la regulación de los nacimientos”.

Esto que menciona Aldoux Huxley es ilustrado en Ecología como demostáto, en el cual la retroalimentación negativa por el hambre, la guerra y la peste, produce una declinación en la población, la cual posteriormente, encuentra una nueva situación de abundancia de recursos disponibles y vuelve a incrementar su número hasta que los recursos se agotan provocando nuevamente el mismo ciclo de hambre guerra y peste. Dicho ciclo solamente puede ser revertido con el control de la natalidad. En el libro de Sutton se pueden estudiar los factores de la ecología de las poblaciones ampliamente.
Con la emigración a las ciudades por las clases miserables del campo, que es todo un fenómeno de nuestros tiempos (ejemplo de ello es que actualmente el 80% de la población vive en las zonas urbanas), los emigrantes se enteran del control natal y de alguna manera lo aplican, Con ayuda de los organismos gubernamentales de salud y algunas fundaciones filantrópicas. Esta es la forma en que se está controlando la natalidad, por que las ciudades registran un crecimiento poblacional natural, mucho menor que el de la clase rural.
El exceso de nacimientos ocasiona que la mano de obra se devalúe, y la pobreza se agudice. Al reducirse el poder adquisitivo se frena la economía, se reduce el ahorro, se reduce el desarrollo empresarial, etc. Es catastrófico el que la natalidad esté en este momento a razón de duplicar la población mundial al doble en tan solo 35 años. También es escalofriante pensar que la mitad de las mujeres en el mundo todavía no empiezan a procrear.
Solamente los chinos han tenido una solución inteligente al permitir un solo hijo por mujer y esto después de que las mujeres han cumplido los 26 años de edad. Con ese plan como se muestra en la gráfica siguiente la población puede reducirse, pero solamente después de que la mitad de las mujeres procreen, lo cual va a aumentar la población a un 25% más, para posteriormente empezar a declinar. De manera que aún con este plan, dentro de los próximos 60 años, la tierra contará con el mismo número de habitantes que hoy tenemos, para caer después rápidamente. Bajo este esquema, en 300 años el planeta podrá tener el 10% de la población que hoy le habita.
El fenómeno de reducir la población presenta situaciones interesantes e inimaginables, pero se podrían mencionar algunas como:
Cada individuo heredaría lo de sus padres y la segunda generación contaría además con la herencia de los abuelos.
La vivienda iría sobrando, quedando como ruinas arqueológicas
El precio de la mano de obra sería mayor al reducirse la oferta
El capital per–cápita aumentaría
Aumentaría el ahorro
Las empresas se desarrollarían
No habría desempleo
Sobrarían escuelas, hospitales, deportivos, y mucha más infraestructura
La fauna y la flora de nuevo tomarían su lugar

Lo contrario de este proceso es conocido como “la plaga humana” que carga los siete caballos del Apocalipsis y que actualmente es capaz de duplicarse en tan solo 35 años.
Sir Julian Huxley siendo director de la UNESCO, en su libro “La crisis humana” (1960) nos dice:

“A mi juicio, el problema demográfico mundial es el más importante y más grave de todos los problemas que ahora agobian a la especie humana. Este problema fue propuesto por el reverendo Malthus, quién fue el factor que llevó tanto a Darwin como a Wallace, cada uno por su lado, a la idea de la selección natural. Cierto día de 1838, ocurrió algo que el autor relata con frase encantadora. Se me ocurrió leer por entretenimiento Malthus on Population. Como resultado de esta lectura, surgió en su mente la idea de la selección natural. La idea de Malthus era que la población tiende a crecer en proporción geométrica, según un índice de interés compuesto, pero los medios que permiten mantener a esta población tienden a crecer de acuerdo a un índice muy inferior.
Si el hombre no consigue controlar el índice de crecimiento, es posible que pierda el derecho a denominarse el señor de la creación y se convierta en cáncer de todo el planeta, un cáncer que devorará los recursos terrestres y exterminará al propio ser humano, o por lo menos frustrará sus esperanzas evolutivas.
A menudo se ha sugerido que la industrialización puede aportar una solución al exceso demográfico en los países subdesarrollados. Pero si el número de niños que nacen es excesivamente elevado, gran parte del capital financiero y de conocimiento humano se consagrará a alimentar, educar, albergar y cuidar a los niños que están creciendo, y no quedarán recursos adecuados para realizar las inversiones de capital necesarias en el proceso de industrialización.
Todos los organismos que prestan ayuda de asistencia financiera o técnica a los países subdesarrollados, trátese de organizaciones oficiales de la ONU o el banco mundial, la F.A.O., la Organización Mundial de la Salud, o la UNESCO; o de organismos gubernamentales como los que aplican el plan Colombo y el plan de la Asociación Norteamericana de Desarrollo Internacional; o de fundaciones privadas como Ford o Rockefeller, deben contemplar esta cuestión y sus implicaciones en relación con todas las solicitudes de ayuda. Los organismos que prestan ayuda deben considerar el préstamo demográfico de los países que lo solicitan, por que si su índice de crecimiento demográfico es excesivamente elevado la ayuda financiera se malgastará, diluyéndose en el excesivo incremento de población. El organismo que presta ayuda debe sugerir, con tacto pero firmemente, la conveniencia de trazar una política de población destinada a disminuir el índice de incremento, y debe asignar parte de la ayuda a la aplicación de dicha política.
Además las naciones avanzadas y privilegiadas deben proponer a sus economistas y científicos sociales la tarea de elaborar vías y métodos para suministrar incentivos económicos y sociales que promuevan un índice más bajo de incremento demográfico. Es indudable que mediante asignaciones familiares, impuestos diferenciales u otras medidas sería posible crear métodos económicos y sociales que ejercieran presión a favor de la disminución del número de habitantes. También es necesario ejercer presión sobre las Naciones Unidas y sus organismos. Por ejemplo, en dos ocasiones se propuso que la Organización Mundial de la Salud tuviese en cuenta la densidad demográfica como factor que afectaba a la salud del mundo. En ambos casos se rechazo la propuesta. Este caso constituye un escándalo internacional. A firmar que la presión demográfica no afecta la salud equivale a sostener un verdadero absurdo.
También debemos procurar la realización de otras medidas deseables. Debemos crear organismos demográficos nacionales de carácter oficial y grupos de ciudadanos que ejerzan verdadera influencia como centros de presión y orientación. Además todas las universidades deberían de también dar cátedras de demografía. Y, por supuesto, debemos cuidar que se dé adecuada publicidad al problema de la población.
Margaret Mead ha propuesto que las universidades organicen “cátedras del futuro” y yo sugerí que debemos considerar la ciencia de las posibilidades humanas como uno de los campos principales de la investigación científica. Estas medidas no sólo nos ayudarían a hallar la adecuada motivación principal para la futura acción conjunta de la humanidad, sino que también suministrarían el rumbo de nuestro avance futuro en este inexplorado pero fecundo territorio de la existencia”.

La propuesta tecnológica que la Ecología sugiere es la de controlar la natalidad y también el generar hábitats tecnificados, ambos brindan la solución y la perspectiva del futuro, en donde esta tecnología tendrá un desarrollo para lograr la máxima adaptación a nuestro medio ambiente. Dicha tecnología es la tarea a seguir, sin ella somos incongruentes con nuestra supuesta inteligencia y capacidad científica.La ecología poblacional de Malthus

Alimentos: preços rumo à estratosfera






por Sabina Zaccaro, da IPS
1100 Preços rumo à estratosfera
FAO 2011: Os preços dos alimentos continuarão crescendo.

Roma, Itália, 11/10/2011 – A volatilidade e os altos preços dos alimentos provavelmente continuarão no próximo ano, podendo até mesmo piorar, tornando ainda mais vulneráveis os agricultores pobres, alerta um estudo conjunto de três agências da Organização das Nações Unidas (ONU). Os pequenos países dependentes das importações, especialmente os africanos, são os que correrão maiores riscos.
“Muitos ainda enfrentam graves problemas depois das crises econômica e alimentar de 2006-2008”, disseram a Organização das Nações Unidas para a Agricultura e a Alimentação (FAO), o Fundo internacional de Desenvolvimento Agrícola (Fida) e o Programa Mundial de Alimentos (PMA), na divulgação de seu informe “O estado da insegurança alimentar no mundo 2011”, realizada ontem.
“A principal razão da crescente volatilidade de preços é que a oferta não consegue alcançar a demanda”, explicou à IPS o economista George Rapsomanikis, da FAO. “Acontece que temos um firme crescimento da demanda, em sua maior parte devido ao aumento da população, e também uma mudança na dieta dos habitantes das economias emergentes, que estão mudando gradualmente e incluindo mais carne e grãos”, acrescentou Rapsomanikis.
“Por outro lado, os níveis mundiais de reservas ficam cada vez mais baixos, inclusive do que costumavam estar há dez anos, e, se houver algum golpe externo contra o mercado, haverá volatilidade. Assim, mercados mais estreitos significam mais volatilidade no futuro”, alertou Rapsomanikis.
Os preços altos são o principal fator da insegurança alimentar no planeta, segundo o estudo das três agências da ONU com sede na capital italiana. A volatilidade faz com que tanto os pequenos produtores quanto os consumidores pobres sejam mais vulneráveis diante da pobreza, e as idas e vindas de curto prazo podem, no longo prazo, ter impacto no desenvolvimento.
As oscilações dos preços e a queda do consumo de alimentos podem reduzir a ingestão de nutrientes fundamentais para crianças nos seus primeiros mil dias de vida, o que determina, em grande parte, seu futuro desenvolvimento. O desequilíbrio dos preços afeta países, populações e famílias de maneira muito diversa. Segundo o informe, os mais expostos são os pobres da África, onde o número de desnutridos subiu 8% entre 2007 e 2008.
“As nações que importam alimentos serão as mais vulneráveis. As de baixa renda, compradoras de alimentos, sofrerão especialmente em razão dos preços muito altos da importação. E não podem planejar seu próprio futuro. Se os preços mundiais são voláteis, então é muito difícil planejar”, disse Rapsomanikis.
O informe também concluiu que o aumento na produção de biocombustíveis representa uma carga adicional no sistema alimentar. A volatilidade de preços pode aumentar na próxima década devido aos crescentes vínculos entre o mercado agrícola e a energia, segundo Rapsomanikis. “Há mercados e mercados. O Brasil utiliza a cana-de-açúcar para produzir etanol. Na União Europeia temos sementes oleaginosas, e nos Estados Unidos temos o milho”, acrescentou o economista.
“Os Estados Unidos são os maiores importadores de milho, e cerca de 30% da produção se transformam em etanol. Já que tanto o mercado de energia quanto o de alimentos utilizam milho como insumo, se houver algum impacto no mercado petrolífero este rapidamente se transmitirá ao de alimentos”, detalhou Rapsomanikis.
O informe também diz que os investimentos em agricultura continuam sendo fundamentais para uma segurança alimentar sustentável de longo prazo, e pede aos governos que facilitem e aumentem o fluxo de capitais no setor. “A primeira coisa que os governos deveriam fazer é aumentar os investimentos no setor agrícola”, disse o especialista da FAO à IPS.
“Pelas nossas estimativas anteriores, para poder cobrir a demanda de produção, os capitais precisam aumentar 50% nos países em desenvolvimento”, afirmou Rapsomanikis. “E isto inclui investimentos em insumos, fertilizantes e extensão de serviços. Trata-se de ter acesso a instalações, mercados e armazenagem, em todo o sistema alimentar. E também são necessários investimentos em bens públicos, como em infraestrutura do transporte, das comunicações e em projetos de irrigação, sobretudo na África”, ressaltou.
As principais áreas para esses investimentos, segundo o informe, são irrigação custo-efetivo, práticas melhoradas de administração de terras, desenvolvimento de melhores sementes por meio da pesquisa. “Isto ajudaria a reduzir os riscos de produção que os agricultores, especialmente os pequenos, enfrentam, e a mitigar a volatilidade de preços”, diz o estudo.
O setor privado também pode ser de ajuda. Segundo a FAO, parte desses investimentos pode vir da ajuda oficial ao desenvolvimento (ODA), mas esta não é suficiente, porque se manteria uma brecha de financiamento. “A ODA está diminuindo, e a parte destinada à agricultura é apenas de 4%”, disse Rapsomanikis. “O necessário, além da ODA e dos gastos nacionais em agricultura, é a participação do setor privado. E não apenas as empresas. Os agricultores também são o setor privado”, afirmou.
“Os países deveriam criar um clima ótimo para incrementar os investimentos privados para obter um crescimento da produtividade por meio de boas políticas estruturais e financeiras e sistemas efetivos de governo. Isso criaria um ambiente estimulante para que as pessoas invistam”, acrescentou o economista.
No entanto, os pequenos agricultores enfrentam tantas dificuldades que é difícil vê-los como investidores. “Muitos pequenos agricultores não estão integrados ao mercado, não têm acesso à exportação nem a insumos, tampouco à tecnologia ou aos financiamentos ou créditos. É por isto que os governos e o setor privado deveriam ajudar por intermédio de sociedades público-privadas a fornecerem infraestrutura de transporte para os agricultores que se encontram em áreas isoladas”, diz o informe.
A FAO estimou em 925 milhões o número de famintos no mundo no ano passado. No período 2006-2008, esta agência os havia calculado em 850 milhões. O informe esclarece que “a metodologia usada pela FAO para calcular a prevalência da fome está atualmente sob revisão”, e, portanto, não apresentou uma estimativa para este ano.

Reportagem: Envolverde/IPS

Reportage: FAO  (ENG)   (FRA) (ITA)


Los responsables de las organizaciones de la ONU en Roma piden actuar con contundencia

Foto: ©FAO/Paballo Thekiso
El alza de precios es uno de los factores que más influyen en la inseguridad alimentaria a nivel mundial
10 de octubre de 2011, Roma - La volatilidad y los precios elevados de los alimentos continuarán y posiblemente se incrementen, haciendo que los agricultores, consumidores y países pobres sean más vulnerables a la inseguridad alimentaria y la pobreza, según advirtieron las tres organizaciones de Naciones Unidas con sede en Roma en un nuevo informe sobre el hambre en el mundo hecho público hoy.

Los países pequeños dependientes de las importaciones -en particular en África-, son los más amenazados. Muchos de ellos sufren todavía graves problemas como consecuencia de la  crisis económica y alimentaria mundial de 2006-2008, indican en El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI, por sus siglas en inglés) un informe anual que este año han producido conjuntamente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Estas crisis, incluyendo la del Cuerno de África, "están dificultando nuestros esfuerzos con miras a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir a la mitad la proporción de personas que sufren hambre en el mundo para 2015", alertan en el prólogo del informe los responsables de los tres organismos: Jacques Diouf (FAO), Kanayo F. Nwanze (FIDA) y Josette Sheeran (PMA).

Situación inaceptable"Pero si incluso se alcanzasen los ODM en 2015, en los países en desarrollo seguiría habiendo unos 600 millones de personas subnutridas. El hecho de tener 600 millones de seres humanos que padecen hambre todos los días no puede jamás ser aceptable", señalan.

"Toda la comunidad internacional debe actuar ya y hacerlo de forma enérgica para erradicar la inseguridad alimentaria del planeta", añaden. 

"Los gobiernos deben asegurarse de que se cuente con un entorno normativo transparente y previsible que promueva la inversión privada y favorezca el aumento de la productividad agrícola. Debemos reducir el despilfarro de alimentos en los países desarrollados a través de la educación y las políticas adecuadas y reducir las pérdidas de alimentos en los países en desarrollo impulsando las inversiones en toda la cadena de valor, especialmente en la elaboración poscosecha. Es fundamental llevar a cabo una gestión más sostenible de nuestros recursos naturales, forestales y pesqueros para la seguridad alimentaria de muchos de los miembros más pobres de la sociedad", continúan los responsables de los tres organismos.

Los precios permanecerán elevadosEl informe de este año se centra en los precios altos y volátiles, identificados como factores que contribuyen de forma importante a la inseguridad alimentaria a nivel mundial y fuente de grave preocupación para la comunidad internacional.

"La demanda de los consumidores en los países con economías en rápido crecimiento aumentará, la población continúa creciendo, y si prosigue la expansión de los biocombustibles el sistema alimentario se verá sometido a demandas adicionales", señala el informe.

Además, la volatilidad de los precios alimentarios puede incrementarse en la próxima década debido a los vínculos más estrechos entre los mercados agrícolas y los energéticos, y el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.

Pequeños campesinos y consumidores pobresLa volatilidad de los precios hace que tanto los pequeños agricultores como los consumidores pobres sean cada vez más vulnerables a la pobreza, al tiempo que las variaciones de precios a corto plazo tienen consecuencias a largo plazo en el desarrollo, según el informe. Los cambios en los ingresos debido a las fluctuaciones de los precios llevan a un menor consumo de alimentos que puede reducir la ingesta de nutrientes esenciales por los niños durante los primeros mil días de vida desde la concepción, lo que causa una reducción permanente de su capacidad futura para obtener ingresos, y una mayor probabilidad de pobreza futura, con un impacto negativo en el conjunto de la economía.

Pero las oscilaciones de los precios afectan a los países, poblaciones y familias de formas muy diferentes, indica el informe. Los más expuestos son los pobres y vulnerables, en particular en África, en donde el número de personas desnutridas se incrementó en un 8 por ciento entre 2007 y 2008, mientras que se mantuvo prácticamente constante en Asia.

El informe explica que algunos países grandes lograron blindar sus mercados alimentarios de las turbulencias internacionales a través de una combinación de restricciones comerciales, redes de seguridad para la población pobre y utilización de las reservas alimentarias. Sin embargo, el aislamiento comercial aumentó el nivel de los precios y su volatilidad en los mercados internacional y agravó el impacto de la escasez de alimentos en los países dependientes de las importaciones.

Inversiones a largo plazoMientras tanto, economías más fuertes y unos precios de los alimentos elevados suponen incentivos para incrementar las inversiones a largo plazo en el sector agrícola, lo que puede contribuir a mejorar la seguridad alimentaria a más largo plazo. Cuando los campesinos reaccionan a los precios altos con un incremento de la producción, es esencial aprovechar su respuesta a corto plazo aumentando las inversiones en la agricultura, con énfasis en las iniciativas dirigidas a los pequeños agricultores, que son los principales productores de alimentos en muchas zonas del mundo en desarrollo.

Al mismo tiempo, las redes de seguridad selectivas son cruciales para mitigar la inseguridad alimentaria a corto plazo. Tienen que ser diseñadas con antelación consultando con la población más vulnerable.

El informe insiste en que invertir en la agricultura sigue siendo fundamental para alcanzar una seguridad alimentaria sostenible y a largo plazo. Las áreas clave dónde destinar esas inversiones serían sistemas de riego eficaces con respecto a los costos y prácticas mejoradas de gestión de la tierra y mejores semillas desarrolladas gracias a la investigación agrícola. Ello ayudaría a reducir los riesgos de producción a los que se enfrentan los campesinos, en especial los pequeños agricultores, y a reducir la volatilidad de los precios.

Iniciativa privadaLas iniciativas privadas de millones de agricultores y empresarios rurales supondrán el grueso de la inversión agrícola. Los elevados precios alimentarios han supuesto igualmente un incentivo para el incremento de las inversiones por parte de los inversores corporativos (incluyendo las entidades transnacionales públicas y privadas) en todas las etapas en la cadena de valor agrícola. Es importante que las inversiones tengan en cuenta y respeten los derechos de los actuales usuarios de las tierras y los recursos naturales conexos, beneficien a las comunidades locales, promuevan la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, contribuyendo además a la mitigación del cambio climático y la adaptación a sus efectos.

Junto a un incremento de la inversión, una mayor previsibilidad de las políticas y apertura general al comercio será más eficaz que otras estrategias como la prohibición de las exportaciones, según el informe. Las políticas comerciales restrictivas pueden proteger los precios domésticos de la volatilidad de los precios internacionales, pero estas restricciones a menudo incrementan también la vulnerabilidad a los vaivenes de la producción interna, con lo que no se logra reducir la volatilidad de los precios domésticos. Las políticas comerciales restrictivas presentan además el riesgo de incrementar la volatilidad y los precios en los mercados internacionales.

El cálculo realizado por la FAO del número de personas hambrientas para 2010 permanece en 925 millones. Para el período 2006-2008 la cifra se estimaba en 850 millones. La metodología que utiliza la FAO para evaluar la prevalencia del hambre se encuentra actualmente en fase de revisión, por lo que no se ha elaborado una nueva estimación en 2011.